Joaquín Sorolla y Bastida, el pintor valenciano que mejor captó sobre lienzo la luz única del Mediterráneo, vivió y trabajó aquí hasta su muerte en 1923.
La casa que Sorolla encargó durante su vida al arquitecto Enrique María de Repullés y Vargas, se convirtió en museo de su obra tras el fallecimiento de su viuda. Los muebles originales de las salas de estar principales y su estudio de pintura se conservan junto con el jardín donde pintó muchos de sus temas. Este museo ubicado en el centro de la ciudad representa un retrato íntimo tanto del hombre como del artista especializado en retratos y paisajes.
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Junio 05, 2020